miércoles, 21 de septiembre de 2011

Día 16: Lo que comí (what I ate)

Vamos a ver: dijimos que el viaje había trastocado la rutina de posts en el blog, pero realmente me estoy dando cuenta de que está nutriendo de forma opulenta este desafío fotográfico. Mis otros hábitos diarios ya los contaré cuando les haya mostrado las cositas lindas que uno se encuentra paseando por ahí.
No es que tenga nada relevante que contar al respecto de la gastronomía del otro continente. Famosa es su frugalidad, pero ¿a quién no le llaman la atención las imágenes de platos, alimentos, manjares, comidas, frutas, verduras, mercados, etc.? Todas resultan un atractivo en sí mismas y si se experimentan en primera persona aún más.
Ahí van algunos de los ejemplos.

Desayuno del primer día en NY
 7:00 (o "ei, em", o sea A.M., o sea de la mañana). Signos de jet lag en el cuerpo, energía de sobra y curiosidad todavía mayor. La decisión se toma de forma súbita y casi precipitada: es muy muy temprano, pero no perdamos ni un minuto y salgamos a recorrer esta ciudad. Primera parada obligada: el bendito desayuno. Tortilla de huevo y verduras, tostadas con mantequilla y mermelada, zumo de frutas verdes y café con leche, cómo no.

Sushi by Dean & DeLuca
No fue éste el sushi que comimos, pero la tienda era tan atractiva que valía la pena pararse a mirar... Sushi y demás artículos nipones con nombres impronunciables, de lo más llamativos.

¿Y quién no conoce hoy en día a las famosas "cupcakes"?
Ya nos olvidamos de su antecesora, la pobre magdalena ¿o no?. Las cupcakes llegan arrasando y, aunque tengo que confesar que no las comí, sólo mirarlas resulta un espectáculo. ¿Se imaginan con qué cuidado se decoran una a una? Eso sí que es tener amor por los detallitos.


Chuches, golosinas, candies... whatever las quieras llamar
Comida basura, más elegantemente conocida como fast food


Comida de verdad
Maravillosas gambas, acompañadas de vieiras, pimiento, tomate, maíz, cebolla y un sinfín de elementos de color y sabor que compusieron una cena además de rica y agradable, preciosa, ofrecida por nuestros vecinos Patti y Brad. Si le tengo que poner un título sería "Cocina con amor by Patti".
 
El resultado de la cocina con amor: Polenta con todos los ingredientes salteados
Y debo mencionar otra comida, lamentablemente no ilustrada aquí con una foto personalizada, que nos ofrecieron otras amistades, la cual resultó toda una experiencia por dos factores: casi me veo obligada a comer carne por cortesía (hace 3 años que no pruebo ni pizca), y por el honor de participar en la bendición de la mesa (de eso hace como ... toda una vida... que no lo hago :-)

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